miércoles, 29 de mayo de 2013

Traba.

En estos momentos
estoy frente a la pantalla
con el poema que ha de ser
el responsable del próximo
Premio Nobel de literatura
atascado en la neurona
más esquiva del cacumen.

Sé que está ahí,
oculto en alguna parte.
Materia gris,
me estás haciendo una broma,
y de las malas.

En estos momentos
me siento un poco estúpido
por no poder encontrar
aquellos versos que se me insinuaron
durante toda la jornada de trabajo
y que me prometían grandilocuencia.

Sé que está ahí,
atorado en alguna dendrita
sin vaina de mielina y sin
capacidad sináptica.

Te maldigo, ¡oh poema!
No me pidas derecho de autor
cuando gane el "prize".

jueves, 23 de mayo de 2013

Haikú 2.

La fogata
ilumina y abriga
como el regazo de una madre.

Haikú 1.

El viento
siempre sopla de frente
porque es por donde más duele.

Patiperreo.


Las cuatro de la tarde,
¡Bendita hora!
El azote de la noche estaba pronto
Y el calor, ese que serpentea en la huella,
Se hacía a un lado en la carretera.
El horizonte a descubrir era vertical,
No había forma de alcanzarlo, ni de llegar a tope
Porque éramos verdaderos energúmenos 
Del pavimento. Nunca llenos, nunca sabios,
La ciudad era interminable, y ese era nuestro
Universo, no teníamos más.
Caras saladas, patas sucias,
El peregrinaje era lo primero:
Camilo Olavarría, cuna del chueco Merello,
Población Berta, templo del Lota Schwager,
Villa Mora, cuna de los seniles mártires,
Lo Rojas, ¡Caleta mía!
Población Laurie, parada obligada,
Playa negra, respiro profundo,
Playa blanca, llegada al centro geográfico 
De nuestro anhelo...
Era menester patiperrear, por que menesterosos
Muchachos fuimos, era menester seguir
El viento salino de nuestra alma, pues sabíamos
Que otrora no existiría la oportunidad...



miércoles, 22 de mayo de 2013

Bit bocsin.


No existía otra forma
De conseguir música para nuestros versos,
Malos y simplones, pero versos a fin de cuentas.
No había alguno que dominara las cuerdas, 
Menos los vientos; 
Pero dominábamos las manos, los tiempos.
Controlábamos los desfases, 
corregíamos los decibeles
Y la lírica que se articulaba
Era más maldita que
 Baudelaire y Bukowski juntos.

Esquina.

El ocaso se estiraba inescrutable
Y unos ordinarios imberbes se estiraban con él.
Las horas parecían tímidas; no querían pasar
Frente a nosotros, siempre habría un piropo
Para entusiasmar a dichas señoritas
Y así se quedaran en nuestras faldas.
Sin embargo, soeces versos articulábamos,
Y  las damiselas se atrevían a cruzar
Porque no éramos más que tipejos de esquina,
Filósofos de contrabando, traídos por algún "diler"
De crisantemos, que sin saber que hacer
Nos plantó en la tumba perfecta, entonando
Con el paisaje siniestro que el barrio ofrecía.
Nos transformamos en musgo, en líquenes
En Cardos, expropiando las panderetas
Agrietadas (al menos de algo servíamos)
Como guirnaldas húmedas del vecindario
Invernal.
Fuimos publicidad de pésima calidad,
Propaganda política, de esas que se cuelgan
En el alumbrado, de esas que la gente detesta
Por estar ahí, quizás en el único refugio que nos
Brindo la Pablo Neruda. Fuimos todo mientras se
Hacía la nada.
Pasaron las horas y no fuimos tras ellas,
¡Qué diablos! La esquina nos amamantó.

Injusticia social

Y pensar que 
llegué a este mundo
bajo contrato firmado 
con una pluma de tejido cavernoso,
con letra chica,
sin consentimiento del afectado
y cláusulas abusivas
que no se pueden apelar
en ninguna institución gubernamental.
Lo sé,
soy otro contribuyente,
otro par de manos de obra barata
que debe trasnochar 
para completar el turno...